Según la ley de atracción, usted no puede llegar donde quiere si primero no es lo que quiere, o se convierte en lo que quiere ser. Por ejemplo, usted quiere ser una persona acaudalada, pero usted se siente pobre, entonces en términos de la ley de atracción usted es pobre.
Que quiero decir con esto, una persona que “es” pobre generalmente piensa que es imposible abrir este negocio o comprar tal cosa. Y usted me dirá, bueno es la realidad, no la puedo negar, y hasta cierto grado así es. Pero así es en este momento. Antes que sus circunstancias cambien usted tiene que sentir de otra manera.
Usted me dirá, “pero yo no me puedo engañar a mí mismo”. Y es cierto, yo no le estoy pidiendo que se engañe a sí mismo. Lo que le estoy pidiendo es que en vez de dejarse atrapar por el negativismo que todo está mal, empiece a ver el mundo con esperanza y con expectativa que algo mejor viene.
En otras palabras, crea que un cambio es posible. Que muchas personas que ahora están en la cumbre del éxito pasaron por una situación similar a la suya, o quizás peor. Pero creyeron, soñaron y se dejaron llevar por su intuición manteniendo la serenidad de una persona positiva, que cree, que espera y que está segura que lo va a lograr. Independiente de las circunstancias actuales.
Si sigue practicando esto, con el tiempo sus emociones van a cambiar. Usted va a empezar a sentir un alivio emocional que va a ir creciendo cada día más. Con el tiempo, usted se va a sentir bien, feliz, y confiado que las cosas van a mejorar. Va a manejar la conciencia que todo está bien.
Entonces, las cosas buenas que usted quieren manifestar se van a manifestar en su vida. Porque la ley de atracción atrae a su vida lo que usted es.
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